No tengo ganas de hablar de amor ni de enamorarme. Me gusta saber que estoy sola. Bueno, no siempre me gusta, pero ahora si. Me gusta saber que no dependo de nadie, estoy tranquila. Estar solo no es motivo de depresión, es lindo. Cuando estoy sola trato de conocerme mas, busco donde hay fallas y trato de arreglarlas, sin lastimarme, busco mejorar. Después están los días que me canso de mi y rompo todo, arruino cada uno de esos arreglitos que me hice y cuando me tocan días tranquilos tengo que empezar todo de nuevo. Igual no me molesta mucho, esta bien, soy humana, nunca voy a ser perfecta. Cada vez me importa menos lo que dicen de mi, cuando trato de mejorarme lo hago por mi, no por los demás. En realidad también lo hago por mis amigos. Pero no me interesa hacer amigos nuevos, no es que no quiera, es lindo conocer gente nueva, pero ya no me voy a esforzar por caerle bien a todos. Tengo mi manera de ser y eso nunca lo voy a poder cambiar. Tómame o déjame. Es que no entiendo a la gente que quiere tener un millón de amigos, que busca la popularidad. Bueno, si la entiendo, porque es lindo llegar y que haya muchos conocidos, siempre hay alguien con quien estar. Pero la verdad no me interesa, estoy tan cómoda con los amigos que tengo, no son pocos pero de verdad son muy importantes, tengo de todos los tamaños y colores y a su vez todos me encantan. Y confió en ellos, se que me quieren y así, como soy. Y si lo pienso mejor mis días de tranquilidad solitaria solo existen si estoy bien con ellos, también me doy cuenta de que yo sí dependo de los demás. Escribir todo lo que se me viene a la mente me hace dar cuenta de muchas cosas.