Movimiento circular.

Un niño miraba el universo. Jugaba a contar cuantas piedritas salían de él. Cada piedrita se convertía en estrellas, o en planetas tierras, o agujeros negros. El niño sotenía en su mano a una niña. Ella era completamente distinta a él, y los dos observaban. Ninguno podía pensar en el pasado ni tampoco en el futuro, fue el primer momento en el que solo existió el presente. El presente era mejor y peor a la vez, era oscuro y claro, era sueño y realidad. Definitivamente, no quedaba otra.
El niño aprieta fuerte la mano de la niña, su único miedo era perderla.
El universo saltaba, cada vez que saltaba se iba destruyendo mas, se quebraba. La niña mira al niño con cara de preocupación, ella se estaba quebrando.
El planeta termino de suicidarse al mismo tiempo que la niña estallaba en miles de pedacitos.
El niño lloro por mucho tiempo y luego cabo un pozo y se metió en él, se tapo todo y se quedo dormido antes de asfixiarse.
De las lágrimas salieron niños, de los pedacitos salieron niñas. Cada niño se llevo a una niña. Cada pareja se puso a observar los planetas tierras que habían nacido del anterior.
Los niños contaban las piedritas que salían de sus universos.