Me tire del precipicio al fin. Después de haberme tragado esa bomba y explotado tuve el mejor sueño de todos, con sus partes lindas y venenosas pero voy a contar solo la parte mágica, el final.
Estaba en una fiesta teniendo una conversión con una amiga, yo la escuchaba decir a Lila que no le gustaba la idea de controlar los sueños, ella prefería que las cosas vengan de la nada, sorpresivamente, sin ser diseñadas por uno mismo. Yo, como siempre, me entusiasme mucho con la charla y le dije mi opinión, pero mientras se la decía me iba corriendo, pero igual hablaba en voz alta sabiendo que ella, aunque no estuviese conmigo, me podía seguir escuchando. Le decía que para mi es muy bueno controlar los sueños, porque no es que los controlas del todo, solo tus acciones y las cosas van pasando, y que aparte se puede aprovechar para tener muchas experiencias de cosas que por ahí jamas vivamos. Al mismo tiempo que hablaba me preguntaba en mi cabeza si estaba en un sueño o si todo era de verdad, corría mas rápido de lo normal, pero no me pareció una prueba suficiente. Y yo corría y corría por la ruta, al lado de los autos, después corrí por el bosque, después selva, después montaña y al final la montaña se abría dándole lugar a un abismo, todavía no estaba segura de si estaba en un sueño o no, pero sabia que no me iba a pasar nada malo, así que corrí corrí y corrí en dirección al vacío y salte, y empecé a volar, moviendo mis brazos como alas. Vi una playa caribeña abajo mio, mar clarisimo y muchas islas pequeñas con arena bien blanca, había gente tomando sol que me miraba. Debajo de una piedra se asomo un hombrecito con pelo de flores y me saludo, yo lo salude, y al instante entendí que me estaba felicitando por haber aprendido a volar. Después no me acuerdo en que desemboco el sueño, pero no importa, lo que vi era fantástico, muy lindo realmente pero las sensaciones eran lo mas increíble de todo. Me acuerdo de el esfuerzo que tuve que hacer con los brazos para volar. Cuanta realidad.